Una decepción catastrófica ha roto el último esbozo de fe en la humanidad que nos quedaba a los millennials. Y es que Disney, nos mintió y no sabemos cuánto tiempo nos tomará el recuperar la poca estabilidad emocional que nos caracteriza. ¿Deberíamos pedir unas vacaciones escolares o laborales por depresión?
Mufasa y Scar, ¿los recuerdan? Ese par de gigantes felinos que protagonizaron el drama cinematográfico que rompió nuestro corazón por primera vez y que nos enseñaron que incluso en la familia hay envidias y un terrible conflicto de intereses; pues ahora resulta que no comparten ningún lazo sanguíneo y ni siquiera se necesitó sacar un test de ADN para determinar si el frívolo tío malvado de Simba y su padre muerto eran parientes o no, sino que durante una entrevista con HelloGiggles, al productor Don Hahn y al director de la cinta Rob Minkoff, se les ocurrió la brillante idea de revelar VEINTITRÉS AÑOS DESPUÉS DEL ESTRENO DEL REY LEÓN, que este par de enemigos a muerte no eran hermanos…es más ni primos lejanos.
¡¿Qué cosa?!
“La forma en la que los leones actúan en la naturaleza…cuando el macho se hace mayor, un león solitario viene y lo mata. Lo que consigue es que las hembras entren en calor para reproducirse. El nuevo león mata al rey y después a todas las crías. Entonces se convierte en el nuevo rey. Ocasionalmente, hay manadas con dos machos, lo que considera una dinámica interesante porque no son iguales al no tener los mismos padres. Uno de los leones siempre estará en la sombra; tratábamos de usar esas verdades animales para sustentar la historia, así que nos dimos cuenta de que Scar y Mufasa no podían tener los mismos genes”, reveló el director.