Los colorantes artificiales que pigmentan los alimentos poco antojables, los perfumes que añaden olor a las plantas ultrafertilizadas y la cera con la que cubren algunas frutas o verduras del supermercado para que engañen nuestra vista y nos hagan sentir que son realmente apetecibles, son solo viejos trucos fraudulentos de mercadotecnia que han pasado de moda. ¡Lo de hoy es convertir los productos en muñecos!
O algo así intentaron en una pescadería asiática, en la que les colocaron ojos de títere a los pescados que estaban a pocos días de echarse a perder para hacerlos pasar por “carne fresca”. ¡Excelente manualidad! Sin embargo, luego de que una señora se percatara del descarado engaño, puso una denuncia y ahora tendrán que vérselas con el Departamento de Comercio.
¿Cuántos habrán logrado vender?
¡Pero qué ojazos! Lucen tan frescos que cualquiera diría que aún siguen respirando…
Qué repugnante desilusión
Claro que el arreglito estético que les hicieron a estos putrefactos pescados generó muchas burlas en redes sociales, pero… ¿te has puesto a pensar cuántas personas se enfermaron luego de consumirlos? ¡Ponte trucha la próxima vez que compres mariscos y pescado!