Muchos piensan que adoptaron a un perro, cuando en realidad fue él quien los eligió para alegrarles la vida y convertirse en su mejor amigo y compañero. Ellos son muy inteligentes y saben cuando una persona los necesita, así que se disponen a llenar su vida con luz.
Como el lindo Badgi, un perrito mestizo que vagaba por las calles de Quezón, en Filipinas. Sabía que tenía una misión especial y que solo era cuestión de tiempo para que la descubriera.
Encontró su verdadero propósito
No pasó mucho tiempo cuando apareció en su vida un hermoso niño llamado Rommel Quemenales, de 11 años de edad. En cuanto lo conoció su corazón dio un enorme vuelco y entendió que debía pasar el resto de sus días a su lado.
El destino los unió
Rommel no tenía un hogar que ofrecerle, pero sí un inmenso cariño y el calor de su cuerpo en las frías noches. Eso no le importó a Bagdi, quien ofreció su amor incondicional al pequeño.
Les gusta vivir aventuras nuevas
Algunas veces han pasado hambre, pero no importa porque están juntos. También suele acompañar a su nuevo amo hasta San José del Monte (Bulacan) para que visite a su hermana mayor, pero eso solo ocurre cuando tienen suficiente dinero.
Tienen muchas cosas por hacer juntos
Y es que los padres de Rommel se separaron cuando él era muy pequeño, por lo que terminó viviendo en las calles y trabajando para poder comprar algo de alimento. Esta situación lo obligó a dejar la escuela cuando cursaba el segundo grado, pero algunas veces Badgi escucha a su humano decir que desea regresar y estudiar.
Todos se sorprenden de su inmenso amor
Un día una señora llamada María Kabs iba pasando por donde ellos suelen ir a dormir. Se sorprendió mucho cuando vio al pequeño abrazando a su mejor y más fiel amigo, así que sacó su cámara y tomó algunas fotos.
Un amigo de verdad te quiere tal como eres
Ella decidió compartir la historia en sus redes sociales con el propósito de hacer llegar un hermoso mensaje a todos: la amistad verdadera no entiende de razas o condición; cuando se quiere a un amigo se debe ser honesto y brindar lo mejor de sí.
Se tienen el uno al otro y con eso basta
Quizá Rommel y Badgi no tienen muchas posesiones materiales, pero sí algo más valioso que todo el dinero del mundo: su amistad inquebrantable.
Tuvieron mucha suerte al conocerse
https://www.facebook.com/gen.pilar/videos/10200497615160307/
Saben que estarán juntos todo el tiempo que la vida se los permita, y cada día su cariño crece más. Son un hermoso ejemplo para todos. Quizá duerman sobre un pedazo de cartón por las noches, pero solos nunca van a estar.