Mimi puede parecer una esponjosa bolita de algodón con ojos, pero en realidad es un conejo que por desgracia nació sin orejitas y sin una pata; pero a pesar de sus peculiares diferencias no fue discriminado, sino que tuvo la suerte que no muchos animales hoy en día: disfruta de una vida plena junto a su familia en un hogar cálido.
A veces encuentras a personas que aunque tampoco sean “perfectas” ni lo tengan todo, harán lo necesario para complementarte y darte lo que te hace falta como… ¡unas orejitas! Su adorable dueña, Rodajia Welch, agarró estambre y aguja para tejerle unas orejitas crochet que la hicieran sentir la conejita más coqueta. ¡Mimi no podría estar más agradecida!
El criador de Mimi enfermó y ella la adoptó
Rodajia tiene 22 años y es una amante de los animales y claro… ¡del crochet!
En su familia aman a Mimi tal como es
Sin embargo, el novio de esta chica es fanático del cosplay y en una charla comenzaron a preguntarse: si las personas se colocan diademas, sombreros y orejas falsas de estambre solo por diversión… ¡¿por qué no hacer unas para Mimi?!
¡Manos a la obra!
Mimi era la más feliz con sus nuevas orejitas… pero ¿crees que esto fue todo?
Ahora tiene un diseño especial para cada ocasión
Mimi y su solidaria familia nos demuestran que para los optimistas los límites son mentales.