Cuando a un pez se le dificulta nadar por cuestiones de salud, es casi imposible que pueda sobrevivir, y muchos dueños, al ver esto, no saben qué hacer o simplemente se quedan con las manos cruzadas y esperan a que la naturaleza haga lo suyo; pues es imposible que un pequeño pez en esas condiciones sea capaz de alimentarse correctamente.
Sin embargo, cuando este hombre descubrió que su pez dorado tenía algunos problemas para nadar hizo algo al respecto, y construyó una especie de silla de ruedas con un corcho y un pedazo de gasa que ayudó al pequeño pez a mantenerse a flote y estable bajo el agua.
1. El pez tenía problemas para nadar en forma vertical
2. También existe una versión hecha por veterinarios para ayudar a los peces con los mismos problemas
3. Infecciones de hígado o constipación pueden provocar que la flotabilidad sea difícil para el pez
4. Esta simple historia nos enseña a no darnos por vencidos y creer en las segundas oportunidades
