Si hay un aspecto de México del que todo hijo de esta patria se siente orgulloso es la comida. Por eso cuando un extranjero echa a perder alguno de nuestros platillos tradicionales, el mexicano siente que están masacrando los símbolos patrios.
Estos gringos, quizá no de manera intencional, “crearon” versiones deprimentes, insípidas y ridículas de alguna comida mexicana, y no nos queda más que decir: “¡párenle a sus gringaderas!”.