Todos pensamos que la juventud es eterna, pero no; de hecho, algún día habremos de convertirnos en personas adultas y maduras, bueno, quizás no todos maduraremos, pero sí seremos adultos.
La cuestión es que existe una especie de limbo entre la juventud y una edad ya más avanzada y todos nos perdemos porque nunca sabemos en qué momento atravesamos ese limbo. Simplemente, un buen día te levantas, sales a caminar y en eso escuchas que un niño te dice: ¡señora! No sabes si espantarte, gritar aterrorizada, darle un zape al mocoso por grosero o qué hacer. Te comprendemos, aún no nos sucede nada parecido, pero te comprendemos.
Si todavía no te pasa, existen otras señales de saber que ya te estás convirtiendo en señora. Dales un vistazo y, por tu bien y tranquilidad, esperemos que no te identifiquen aún con algunas.
1. Tus gustos musicales
Han cambiado y lo peor de todo es que no te da pena ir por la vida presumiéndolos.
2. No le entiendes al Snapchat
Y ni te interesa entenderle…
3. Compras vino caro…
… Que te tomarás en tu casa… completamente SOLA porque te da flojera convivir con los demás.
4. No quieres salir los viernes por la noche
Y ni siquiera te preocupas por inventar una buena excusa para quedarte en casa.
5. Así el sábado puedes hacer limpieza
¡Bieeeeeeeeen!
6. Cuando regresas de un viaje…
… Lo primero que haces es correr a ver a tus plantas.
7. Tienes crédito en alguna tienda así:
8. Comienzas a reflexionar
Te das cuenta de que tu mamá tenía razón cuando te decía frases de reflexión y ahora tú también las dices.
9. Eres selectiva con la ropa
Entiendes que hay algunas prendas que ya no deberías de usar y compras ropa más “apropiada para tu edad”.
10. Haces hasta lo imposible por llegar a ver tu serie
Te pones de malas cuando no llegas a tiempo.
11. Platicas con otras señoras
Y les hablas de “tú”; total, ya son iguales, ya no hace falta el respeto.
12. Eres más organizada con tu comida
13. Cuando vas a una fiesta
Te preocupa mucho llevar un regalo decente.
14. Cuando sales llevas una de estas:
Y dices: “por si hace frío”.
15. Y la peor de todas
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