Mentes grandiosas son las que están detrás de los inventos que han revolucionado el mundo; productos que llegaron para transformar nuestras vidas y que hoy por hoy seguimos usando. ¿Qué sería de nosotros si Antonio Meucci no hubiera inventado el teléfono? ¿O si Alexander Graham Bell no se hubiera robado su idea y lo hubiera patentado haciéndolo famoso? ¿O si esos tres chicos no se hubieran juntado en la cochera de su casa para fundar Apple? Como estos ejemplos hay muchísimos, peeero… Hay otra cara de la moneda.
Sí, también hay mentes que no son tan iluminadas y han sido las culpables detrás de lo que solo podemos considerar como un caos mercadológico. La pregunta aquí no es quién lo inventó, la pregunta es: ¡¿a quién se le ocurrió darle propaganda?! y ¿Quién los compra?