La frase “no soy una persona de gatos” es una vil mentira, por mucho odio que albergue tu corazón o fuerte que sea tu alergia.
Gran parte del misterio gatuno comienza con la pregunta: ¿de dónde salen? Porque la mayoría de las personas que tienen un felino como mascota aseguran que llegó a sus vidas de una manera inexplicable. Entran a tu casa y poco a poco se van haciendo espacio en tu corazón, invadiendo el territorio congelado de su superficie, pese a que jurabas que jamás sentirías ni un poquito de amor por ellos. ¿Y ahora? ¡Los amas totalmente! Recuerda que más pronto cae un hablador que un cojo. Así que mejor cierra el pico la próxima vez que te rehúses a tener una mascota así… porque finalmente la terminarás amando.
1. Está bien, pero solo por esta noche, ¿eh…?
2. Días después, ya hasta tiene su camita
3. Bueno, admito que es muy lindo
4. Cuando menos lo esperas, ya está en tu escritorio
5. ¿Seguro que no quieres que me quede?
6. Déjame pensarlo…
7. Hola, ¿me dejas vivir aquí para siempre?
8. Resístete a sus encantos, ¡resiste!
9. ¡Ay!, pero es que es tan tierno al dormir
10. No tomes una decisión precipitada…
11. Demasiado tarde… ya lo amo
12. Pero estás a prueba, ¿eh gatito?
13. No seas tan confianzudo
14. ¡Bájate de la cama!
15. Para eso tienes el sillón
16. Bueno, pero sí puedes subirte un rato, no pasa nada
17. Sirve que nos dormimos juntos
18. Ahora tengo dos grandes amores
19. A pesar de que antes me veía rudo
20. Y al principio dije: no me gustan los gatos
