La gata gruñona o The Grumpy Cat saltó a Internet en 2012 y se viralizó por su peculiar gesto de odio contra el mundo. Sin embargo, su corazón no albergaba más que ternura, ya que ese ceño fruncido se lo debía únicamente a que nació con enanismo felino y una dentadura bastante desalineada.
Ayer despertamos con la triste noticia de que la popular minina enfadada partió de este mundo el pasado 14 de mayo, a sus siete años de edad, y dejó un hueco en el corazón de sus más leales seguidores. ¡Nosotros la queremos recordar con gusto! Quién sabe, quizá la volvamos a encontrar en alguna de sus otras seis vidas, en las que esperamos que siga siendo inspiración para infinidad de memes, videos, programas televisivos e ilustraciones realizadas por sus creativos fans.
Definitivamente, un icono gatuno
Si bien cada felino es un caso, la gata gruñona fue tal vez uno de los referentes mundiales que describen a la perfección la personalidad soberbia de los de su especie: elegantes, sarcásticos, maléovlos, inteligentes y divinos.
Además de ser nuestro bebé y un querido miembro de la familia, Grumpy Cat ha ayudado a millones de personas a sonreír en todo el mundo, incluso cuando los tiempos eran difíciles. Su espíritu continuará viviendo a través de sus admiradores en todas partes.
Tabatha Bundesen, su dueña.
Se volvió todo un fenómeno
Internet realmente la apreciaba y es que no era difícil identificarse con su aparente “caracter duro”. Por eso es que su fama la hizo ganar una fortuna y codearse con celebridades, con las que coincidía en convenciones y eventos públicos en los que se tomaban fotos juntos, ¡ni Stan Lee se salvó de su encanto!
Muchos shows televisivos se peleaban por invitarla a participar
Además, su éxito fue tan impresionante que incursionó en el cine con una simpática película navideña. Y sí, no tenía que hacer demasiado, con su simple existencia bastaba para encantar los corazones de su audiencia.
Su familia la recuerda con el corazón
El verdadero origen de sus facciones malhumoradas era el enanismo felino que padecía y no su intolerancia u odio incontrolable al mundo.¡Hasta siempre, Grumpy! Ojalá que desde donde estés por fin puedas esbozar una sonrisa sabiendo que en la Tierra lograste hacer felices a muchos.