“Si los perros no van al cielo, cuando muera quiero ir a donde ellos van”, dijo Will Rogers, y creo que muchos de los que hemos tenido un canino estamos de acuerdo con él.
Cuando tu perro muere no sientes que te estás despidiendo de tu mascota, sino que le estás diciendo adiós a un miembro de la familia, a un amigo, a un hermano.
Algunas personas cuyo perro ya no se puede valerse por sí mismo y se encuentra muy enfermo, deciden ponerlo a dormir antes de alargar su sufrimiento, aunque esta decisión es una de las más dolorosas que se llega a tomar.
Así pasó a una mujer que documentó esta triste experiencia a través de snapchat, historia que enseguida te mostraremos.
“Los perros son demasiado geniales para dejarlos ir…”

“Pero a veces debes hacerlo, y ellos te perdonarán”

La perrita se llama Hanna

Por dos meses ha tenido convulsiones

Al principio no era nada grave, pero todo comenzó a empeorar

Hannah tomaba medicamentos para sus riñones y para el dolor en sus huesos

Cuando no tomaba sus medicamentos no podía caminar ni subir escaleras

Muchas veces se cayó de las escaleras

Decidí que seguirle dando los medicamentos era egoísta

Pero dejar de dárselos era igual de cruel

Así que decidí darle un último día lleno de cuidados y apapachos

Tratarla como la reina que siempre ha sido

Hacerla sentir amada

Despedirse de la familia

Y de los amigos

Disfrutar de los pequeños placeres de la vida

Pasar un rato a solas

Ahora ya no habrá dolor

No habrá convulsiones, no más llanto en la noche

Solo paz, esperanza y amor

“Tu perro es tu amigo, tu compañero, tu defensor. Será tuyo siempre, fiel y sincero hasta el último latido de su corazón”
