Esperamos que no sea un mal momento, que estés susceptible o, peor aún… que te encuentres atravesando una situación semejante, porque la historia que te compartiremos a continuación sacudirá tu corazón y te hará sentir un melancólico nudo en la garganta.
Por lo general las galerías de animales que aquí presentamos están cargadas de sonrisas, alegría y todo el entusiasmo que caracteriza a esas pequeñas almas salvajes expuestas fotografía por fotografía. Pero esta vez será diferente pues no seremos nosotros quienes relaten la secuencia de las imágenes, sino una carta familiar escrita por los dueños de la perrita protagónica: Kolohe.
Nuestra perrita de nueve meses falleció hoy a causa de una enfermedad cerebral degenerativa. El sábado pasado, presintiendo la llegada de su final, creamos una pacífica escena de bosque en colaboración con la florista Francoise Weeks. Nuestros mejores recuerdos con Kolohe sucedieron al caminar por el bosque, y aunque no sé cómo sea el cielo de los cachorros… espero que se sienta como este ensueño. Esta es una dulce carta que hicimos con amor, Stephanie Jarstad.
Naciste la misma semana que Michael y yo nos casamos
Esperamos una eternidad por ti, aquí te va un par de palabras que jamás te dije:
Estaba nerviosa de tener un husky
Me preguntaba si podía darte todo el ejercicio que necesitabas.
¡Me convertiste en toda una corredora!
Hasta planeaba mi semana día con día para sacarte a pasear, los ratos contigo se convirtieron en mi parte favorita de la semana.
Estaba también preocupada por mi sala
Sabía que ibas a dejar todo tapizado con tu bello pelaje blanco.
Y tu esponjosidad fue lo que más me enamoró
¡Abrazarte era como abrazar a una suave almohada!
Gracias por secar mis lágrimas con tu pelaje
La verdad es que tuve mis dudas respecto a tener un perro cuando apenas iniciaba una vida junto a mi marido, pero no hubiera sido tan divertido sin ti.
Ahora no imaginamos cómo será no tenerte
Gracias a ti nuestra unión y amor se fortalecieron, no imaginas toda la luz que trajiste a nuestras vidas.
Pensaba que serías uno de esos perros traviesos
Que te escaparías todo el tiempo y nos meterías en problemas.
Y sí, estabas muy loca
Te metías a la casa del vecino y rompías cosas, pero también tenías tus momentos de paz.
El veterinario decía que en realidad eras obediente
Y me invadió el miedo de amarte cada día más, porque sabía que en algún momento el destino nos obligaría a decirte adiós.
Ese día llegó demasiado pronto
Tuve que verte envejecer 15 años en dos semanas.
Limpiaría tus desastres sin dudarlo
Y cocinaría pollo como te gusta si decidieras quedarte a nuestro lado esos 15 años.
Incluso, te guiaría si te quedaras ciega
Te cuidaría durante tus achaques y sostendría tu tazón para que bebieras agua.
Te cargaría cuando te sintieras débil
Pero esta enfermedad degenerativa ya eligió; hoy te aparta de nuestras vidas.
Desearía poder quitarte todo el dolor
Pero sabemos que la mejor manera de hacerlo es dejándote partir. Te amamos y fue un placer haber sido tu familia.