En los medios de comunicación la frase “investiga antes de redactar”, es nuestro “piensa antes de hablar”. Y no se trata de exagerar ni de martirizarse con polémicos dilemas de la Real Academia Española, sino de cuestiones más básicas.
Ejercer o no nuestro sentido común puede ser la diferencia entre dar la nota… y cambiar el contenido por completo.
¿Cuánta importancia puede tener una simple coma o una tilde? ¿Qué tan grave puede ser no corroborar la forma en que se escribe una palabra? Aquí unos graciosos errores que nos harán reflexionar al respecto.