Peleaban, se contentaban, lloraban, cantaban, bailaban, peleaban de nuevo, hacían travesuras juntas, lo ocultaban de tus padres, se reían a carcajadas y… se volvían a pelear. Así transcurrió tu infancia y tu adolescencia si tuviste la fortuna de ser la hermana menor.
¿Por qué es lo mejor que te pudo haber pasado? Esa loca sabe más que nadie de la vida y tú eres su pequeña aprendiz, te comparte mucho más que un par de jeans o sus tacones altos preferidos: su sabiduría, sus tips de belleza, su tiempo y su corazón. Una hermana mayor es el mejor regalo que tus padres te pudieron haber dado, porque sabes que no habrá un gurú que te quiera tanto y te haga tan feliz como ella.
¡Está loca pero te ama a pesar de haberle robado el protagonismo en la familia! ¿Cuántas de estas experiencias le debes agradecer?
1. Te introdujo al mundo adulto
En tu inocencia de hermanita pequeña no sabías nada de alcohol, chicos o fiesta hasta que esa loca te fue pervirtiendo. ¡Y lo mejor es que era toda una experta! No lo hizo para echarte a perder ni para darles dolores de cabeza a tus padres sino para que conocieras del mundo adulto de la mano de tu ángel de la guarda y evitar que indagaras el peligro por tu propia cuenta. ¡Chica lista!
2. Te prestó sus outfits favoritos
No puedes negar que el estilo de esa maldita siempre fue tu delirio, por eso es que te metías en su armario a escondidas y más de una vez pelearon a muerte por ponerse la misma blusa. En cuestión de moda te lleva ventaja, y lo mejor es que como su complexión es semejante… pudiste robarle uno que otro trapito.
3. Te facilitó todo con tus padres
No es que ella fuera la oveja negra de la familia, pero evidentemente había cometido más errores que tú debido a su edad. Por eso cuando chocaste por primera vez, te emborrachaste o reprobaste una materia no fue tan grave. ¡Tus padres ya habían pasado por eso con ella! Es decir, la manera en que te regañaron a ti fue más light.
4. Te cuidó en las borracheras
Nadie como tu hermana para confiarle tu integridad física y moral en la borrachera. No solo te llevó sana y salva de regreso a casa y detuvo tu cabello cuando vomitabas… ¡también apagó tu celular antes de que le hablaras a tu ex!
5. Te ayudó a conseguir un mejor puesto
Seguramente en el campo laboral ella es ya toda una leona, por eso te abrió camino en tu primera oferta de empleo; también es probable que se dediquen a cosas muy distintas, pero fue la primera en darte consejos y recomendaciones para que no te vieran la cara y cobraras un salario justo. ¡Su experiencia es tu mejor ejemplo!
6. Te contó los secretos de la familia
Ella fue la primera en enterarse de la separación de tus padres, del embarazo de la prima, de la infidelidad del tío, de la sobrina adoptada… en fin, como buena chismosa descubrió las incomodidades y secretos de la familia antes que nadie. ¡Y quién mejor que tú para ser su confidente!
7. Te regañó como si fuera tu propia madre
Aunque casi siempre estén peleando, te ama como una loca y te defendería con uñas y dientes. Es por eso que en más de una ocasión tuvieron charlas intensas en las que se puso en los zapatos de tu mamá y cruzó la delgada línea que existe entre dar recomendaciones y dar sermones preventivos.
8. Te dijo cuando ese look no te quedaba
Tu hermana mayor no conoce la palabra piedad, solo lanza sus crueles opiniones sin reparo porque entre ella y tú la honestidad no es problema; cuando la ropa se te ve mal, subes un poco de peso o te cambias de look a un estilo poco favorable se burla de ti y te acompaña a enmendar tus errores.
9. Te ayudó a sanar tu corazón roto
¿Recuerdas ese primer amor que tanto te hizo llorar? Quizá juntos compartieron experiencias imposibles de revelarle a tu mamá, por eso te refugiaste en tu hermana para desahogarte hasta superar el rompimiento. Sin duda no podrías tener una mejor psicóloga que ella.
10. Te impulsó a forjar tu carácter
Sí, ambas son muy distintas aunque los demás digan que parecen gemelas; sabes que si ella dice blanco tú dirás negro… y que solo hay uno que otro momento mágico en el que ambas logran estar completamente de acuerdo en algo. Pero son esas mismas diferencias las que las unen, esas dos personalidades que parecen incompatibles, pero que juntas son como dinamita pura. ¡Simplemente es tu gran maestra!