Estamos acostumbrados a escuchar frases como “todos los hombres son iguales” (en una forma despectiva, por su puesto) o que “los hombres no saben querer”, “no tienen corazón”, “todos abandonan a sus mujeres” o “se desentienden de sus hijos”. Pero no podemos generalizar por las acciones de unos cuantos individuos.
Estos padres demuestran que los hombres también pueden sacrificarse por sus hijos, ser emotivos y hasta pintarse la barba rosa para ver a sus niños sonreír. Sin duda alguna, todos quisiéramos tener un papá así.