Esta es la historia de amor de una loba y un oso que, al igual que la historia de Romeo y Julieta, se volvieron inseparables compañeros, según lo documentó un fotógrafo en Finlandia.
El fotógrafo Lassi Rautiainen afirma que esta pareja se reunía todas las noches a la misma hora a compartir su alimento.
Él cree que probablemente a temprana edad se vieron obligados a vivir juntos por alguna razón. Todos los días pasan la noche juntos desde las ocho hasta las cuatro de la mañana.
Lo más atípico es que los lobos y los osos no cazan acompañados, ni siquiera por otros de su misma especie, como los Capuleto y los Montesco. Esto los hace más especiales.
Durante 10 días continuos, el fotógrafo siguió a la pareja y asegura que siempre se encontraron, y que además compartían su comida con otros.
Aunque no se sabe qué pasó en sus primeros años, es muy raro ver esto entre animales salvajes, y más entre una loba y un oso.
Esto es una muestra de lo poco que sabemos de la naturaleza y de que los seres humanos no somos tan diferentes a los animales. Muchas veces, por el contrario, nos dan lecciones de vida.
Según el fotógrafo, una parte muy importante de su relación es el juego. Pasan muchas horas sin aburrimiento y el oso siempre deja ganar a su compañera.
Se sabe que los lobos andan en grupos y que tienen un líder que se llama “lobo Alfa”, mientras que el segundo es el “lobo Beta”. El de menor rango es el “lobo omega”.
Los lobos son animales monógamos. Cuando se muere su pareja escogen otra, pero permanecen unidos hasta la muerte.
En cuanto a los osos, se sabe que son muy inteligentes y que no caerán dos veces en una trampa. Viven cerca de 30 años en promedio.
Otra característica del lobo es que no acepta al hombre como líder, a diferencia del perro. El único oso depredador es el oso polar, mientras que los demás son omnívoros.
Lo lobos aúllan para comunicarse. La luz de la luna mejora su visión y les permite cazar más fácil. Aúllan para indicar dónde se encuentran, marcar el territorio o llamar a los demás.
Los osos pueden pueden ser muy rápidos, alcanzan velocidades de hasta 40 millas por hora. Esto es tan rápido como un caballo a galope.