Desde comienzo del segundo milenio hasta hoy en día, la población total de abejas en Norteamérica ha disminuido más del 80% por ciento. Ahora es oficial, la abeja forma parte de la lista de animales en peligro de extinción, y al paso que vamos los próximos en aparecer ahí seremos los humanos.
“Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
– Albert Einstein.
Se pronostican catástrofes para el 2021
Tendemos a olvidar nuestra responsabilidad con el ecosistema, e investigaciones como esta quedan inconclusas hasta que se vuelven un grave fenómeno. Será mejor que nos comencemos a alarmar con la peligrosa realidad, ya que no solo representará un severo problema en el sector de la agricultura, sino que podríamos morir de hambre en cuatro años a partir de su desaparición definitiva, según lo pronosticó el físico alemán Albert Einstein.
¿Por qué se están muriendo?
Existen tres principales causas, protagonizadas por la negligencia del hombre. El cambió climático, ya que su alimentación depende de la capacidad de floración, y al haber escasez deben emigrar lejos para conseguir nuevas reservas antes de que su vida termine, la implementación de neonicotinoides, insecticidas que dañan su sistema nervioso, y la expansión del virus asiático de la varroa, un severo problema de agricultura que debilita a las abejas y les absorbe la sangre.
Arduo trabajo
Las abejas no solo producen deliciosa miel, también se encargan de la polinización, un proceso que consta de trasladar el polen al pistilo de las flores, dando lugar a la germinación y aparición de nuevas semillas o frutos. Esta enorme responsabilidad no solo les corresponde por naturaleza a las abejas, sino que el viento, otros insectos e incluso animales vertebrados como aves, juegan un papel fundamental en el procedimiento, pero si se les tuviera que pagar por todo el trabajo que hacen para que el equilibrio de la polinización se mantuviera balanceado, las abejas serían importantes y millonarias empresarias. ¡Aportan aproximadamente el 10% en la economía de producción agrícola mundial!
Así se vería el supermercado después de las abejas
Su aporte a la humanidad y a nuestra nutrición es más importante de lo que creemos. Su trabajo es fundamental para que el abastecimiento de productos tales como el café, las frutas, el cacao y algunas verduras sea posible. Si se extinguieran nos afectaría económicamente, además los mercados ofrecerían menos variedad de alimentos, y nuestra nutrición se empobrecería. Esto es lo que ocurriría en los países más desarrollados, pero en lugares donde abastecer comida es difícil, la hambruna acabaría con la población en no más de 4 años.
¡Adiós, vaqueras!
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