Sam es un viejo perro de 13 años cuyo dueño tuvo que dejarlo en un albergue para poder partir con la Marina de Estados Unidos. Pero no había suficiente espacio en el refugio, así que iban a poner a dormir a los perros que nunca habían recibido una oferta de adopción.
George Johnson, de 93 años, es un veterano de guerra que toda su vida les ha tenido aprecio a los perros, sobre todo a los pastor alemán.
Quería un pastor alemán anciano para darle una vejez digna, así que contactó al albergue local y así fue como rescató a Sam.
Desde el primer momento en que se vieron, Sam y George se hicieron amigos. Ahora son inseparables, les encanta la jardinería y salir a caminar todos los días.
He recibido muchas medallas y reconocimientos durante mi carrera como marino, pero este perro me llena más el corazón que todos mis méritos juntos.
George
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