Russell Clothier, un hombre de Missouri, Estados Unidos, se dio cuenta de que muchos perros viejos abandonados iban a parar a albergues, pero casi ninguno era adoptado debido a su edad avanzada. Por eso fundó un asilo de ancianos para mascotas.
Shep es una cruza de beagle y basset hound, tiene 10 años y fue abandonada por sus dueños cuando envejeció y no la quisieron seguir cuidando.
Al principio solo era un voluntario en el albergue local, pero poco a poco el proyecto fue creciendo y ahora tiene unas instalaciones propias. Este asilo para perros viejitos cuenta con duchas, un enorme patio y camitas cómodas.
“Queremos que se sientan como en casa, que sea lo más hogareño posible”.
-Russell.
Rescata a los que están a punto de ser dormidos o a los que ya llevan mucho tiempo en adopción, pero nadie ha elegido.
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